¿Estás por contratar un seguro de vida?
Entonces hay varias cuestiones que deberás conocer antes de firmar la póliza para hacerlo con tranquilidad, teniendo en cuenta que puede estar en juego el futuro de tu familia…
Contratar un seguro de vida con el capital asegurado correcto es clave para salvaguardar el bienestar financiero de tus seres queridos. ¿Por qué? Porque se trata del dinero que recibirán tus beneficiarios si tú les faltas o tienes que dejar de trabajar por un problema grave de salud.
Para ello, hay cuestiones que debes tener en cuenta, como tus ingresos, las deudas que hayas contraído, la educación de tus hijos y otros gastos familiares para contar con una suma asegurada suficiente, que haga que tus familiares puedan mantener su nivel de vida, independientemente de lo que pueda ocurrirte.
Incluso, es recomendable que regularmente revises el capital asegurado de tu póliza de vida, ya que con el correr de los años tus circunstancias pueden cambiar.
Ahora bien: si estás buscando el mejor seguro de vida para proteger a tus seres queridos, es importante que conozcas, en primer lugar, qué son las coberturas por fallecimiento e invalidez.
- Cobertura por fallecimiento: es el aspecto más común del seguro de vida y significa que si eres el asegurado y falleces, mientras esté vigente la póliza, los beneficiarios que hayas designado recibirán la suma asegurada acordada.
Así podrán cubrir deudas pendientes, gastos, sustituir ingresos perdidos y tener mayor estabilidad financiera si no estás tú para ayudarlos. - Cobertura por invalidez: esta protección financiera, en cambio, se activa si sufres un accidente o una enfermedad grave que te deje con alguna discapacidad que te impida trabajar ya sea de manera total o parcial.
En este caso, la aseguradora te brindará un pago de beneficio por invalidez que dependerá de los términos y condiciones de la póliza que contrates y que te ayudará para cubrir gastos médicos, de rehabilitación, cuidados, etc.
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¿Qué considerar para calcular la cobertura adecuada del seguro de vida?
Hay varios puntos que tendrías que tener presentes al evaluar el capital cubierto por tu póliza, entre ellos los siguientes:
Hipotecas y préstamos
Uno de los usos más comunes del seguro de vida es la protección de una hipoteca pues, en ese caso, la póliza contratada proporcionará los fondos necesarios para cubrir la deuda con el banco y garantizará que tu familia pueda mantener la propiedad.
A su vez, si tienes préstamos personales o para automóviles pendientes, por ejemplo, un seguro de vida puede ayudarte a evitar que tus seres queridos hereden esas deudas si tú falleces.
Cargas familiares
Son uno de los factores que menos debes pasar por alto cuando determines el capital a cubrir.
Se trata de las responsabilidades financieras que tienes hacia tu familia o personas dependientes, como la manutención, la educación, la atención médica, etc.
Siempre debes intentar proporcionar una protección adecuada para garantizar que tus familiares puedan mantener su nivel de vida si te ocurre una desgracia.
Debes evaluar bien el impacto financiero que tendría la pérdida de tus ingresos para cubrir esos gastos básicos.
El cálculo es sencillo, debes tener en cuenta el dinero que ingresas a tu hogar y cuánto tiempo tendrían que mantener a tus seres queridos con ese monto para cubrir sus necesidades.
Activos y deudas
En el caso de que tengas propiedades o inversiones, claramente la cobertura que necesites será menor.
Y, por el contrario, si tienes deudas significativas, tendrás que considerar una cifra mayor para asegurarte de que puedan ser pagadas por tu familia.
Objetivos financieros a largo plazo
Debes tener en cuenta, además, las metas financieras a largo plazo para tu familia, pues en la cobertura del seguro de vida que necesites influirá bastante el hecho de que quieras dejar, por ejemplo, una herencia a tus seres queridos.
¿Qué beneficios tiene el seguro de vida por invalidez?
Entre las claves al contratar un seguro de vida, tienes que evaluar aquellas coberturas adicionales que no todas las pólizas contemplan pero que te resultarán imprescindibles si sufres una enfermedad grave o un accidente que te produzca una incapacidad permanente.
Sucede que, antes de la incapacidad recibes un salario acorde a tu trabajo y a tu capacidad laboral y, si te ocurre una incapacidad y no puedes trabajar tendrás una reducción en tus ingresos, ya que podrías pasar a cobrar una pensión por invalidez.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) reconoce la invalidez permanente cuando, por un accidente o una enfermedad grave, tienes reducciones funcionales graves, que limitan o anulan tu capacidad laboral y que pueden llegar a ser definitivas.
Según sea el grado de incapacidad, el organismo determinará si vas a cobrar una pensión u otra y si podrás o no volver al trabajo.
Las diferencias de sueldo antes y después de una invalidez pueden depender de varios factores, como el tipo y grado de invalidez que poseas y al régimen de protección social al que estés afiliado.
Veamos algunos ejemplos:
- Invalidez permanente parcial para la profesión habitual: aquella que, sin alcanzar el grado de total, ocasiona al trabajador una disminución no inferior al 33% en su rendimiento normal para dicha profesión, sin impedirle la realización de las tareas fundamentales de la misma.
- Invalidez permanente total para la profesión habitual: la que inhabilita al trabajador para la realización de todas o de las fundamentales tareas de dicha profesión, siempre que pueda dedicarse a otra distinta.
- Invalidez permanente total y absoluta para todo trabajo: la que inhabilita por completo al trabajador para toda profesión u oficio.
- Gran invalidez: la situación del trabajador afecto de incapacidad permanente y que, por consecuencia de pérdidas anatómicas o funcionales, necesite la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida, tales como vestirse, desplazarse, comer o análogos.
Puedes contratar distintos tipos de coberturas para cubrir un grado de invalidez mayor o menor, por norma general los seguros ofrecen cobertura por la incapacidad permanente total y absoluta, sin embargo en ciertas profesiones es importante garantizar también el cobro de una indemnización derivada de una incapacidad permanente total, que por otro lado es la que más te va a penalizar a nivel de diferencia salarial pues ofrece una pensión mucho menor.
Se pueden incluir también rentas complementarias por invalidez, ideadas, justamente, para cubrir la brecha entre el salario que cobrabas y la pensión tras la incapacidad.
Como siempre, debes prestar mucha atención a los detalles, ya que las condiciones y coberturas pueden variar según la aseguradora y el tipo de póliza.
Cobertura de gastos para adaptar viviendas y vehículos en caso de invalidez
Si has quedado incapacitado por un accidente o enfermedad puede que necesites hacer cambios en tu hogar o en tu coche para volverlos más accesibles.
Por eso, es importante que el seguro de vida que contrates contemple beneficios adicionales para ayudarte a cubrir ese tipo de gastos.
Debes calcular el coste para poder cubrir la instalación de rampas, la ampliación de puertas, y hasta la instalación de elevadores para facilitarte la movilidad dentro de tu casa, e incluso en el coche, si necesitas la instalación de dispositivos de acceso y salida o un elevador de sillas de ruedas.
La protección de tu familia, ante todo
Con el objetivo de proteger tus bienes económicos y los de tus seres queridos, en caso de fallecimiento o invalidez, en Galia diseñamos un seguro de vida plenamente adaptado a sus necesidades.
Para ello, estudiaremos algunas variables que nos ayudarán a determinar un capital mínimo, y te ofreceremos un producto personalizado con condiciones exclusivas, sin letra pequeña.
Trabajamos con las mejores aseguradoras y ofrecemos amplias coberturas con primas muy ajustadas. Y todo ello, acompañado por el mejor asesoramiento personalizado de nuestros expertos.
Por eso, si buscas un seguro de vida para hipotecas o la tranquilidad de asegurar la economía de tu familia, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.