En este mismo blog hemos hablado en alguna ocasión sobre qué es el deporte de aventura, y hemos terminado por concluir que es ese segmento deportivo en el que el factor riesgo siempre está presente, ya sea en menor o mayor medida. Según la RAE, el deporte de riesgo consiste en la práctica de una actividad física que supone un gran peligro.
Sin embargo, la gama de deportes de riesgo es muy extensa y no todos los deportes de riesgo implican el mismo grado de peligrosidad.
Esto nos lleva a preguntarnos ¿cuál es el deporte extremo más peligroso? ¿Por qué hay personas que deciden aficionarse a los deportes más difíciles del mundo? Es bien sabido que el ser humano se siente atraído por todo aquello que implica riesgo, novedad e incluso algo de miedo; pero algunas actividades extremas solo son aptas para los más atrevidos.
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Deportes de riesgo: ¿por qué tienen tantos adeptos?
Si bien es sabido que los deportes de riesgo son peligrosos, también hay que valorar sus beneficios. Como todo, la aventura también tiene ventajas e inconvenientes. En este sentido, los deportes extremos nos empujan a superar nuestros miedos, a explorar nuestros límites y a hacernos sentir más capaces que nunca. Nos ayudan a fijar nuevas metas y, además, traen consigo la infinidad de beneficios intrínsecos del deporte (salud física, salud mental, prevención de enfermedades cardiovasculares…).Los sobresaltos, la adrenalina y las nuevas experiencias nos hacen sentir vivos, y ayudan a nuestro cerebro a canalizar mejor las emociones. Todo ello, sin hablar de que la mayoría de deportes de riesgo que conocemos se desarrollan en el medio natural, y suelen ser claves para conocer parajes increíbles, cumbres altísimas o cascadas de ensueño. ¿Necesitas más motivos para saber por qué las actividades de riesgo tienen tantos adeptos?
Los beneficios de practicar actividades extremas
Los deportes peligrosos también tienen beneficios para quienes los practican. Hemos evaluado cuáles son los más comunes según explican los expertos en psicología del deporte y los hemos recogido a continuación.
- Las actividades extremas ayudan a mejorar la gestión del miedo: quienes practican deportes extremos a menudo saben revertir el miedo y convertirlo en una experiencia positiva. Es normal paralizarse por miedo alguna vez, pero en situaciones extremas en las que no hay más opción que seguir, el miedo puede convertirse en algo positivo. ¡Pruébalo!
- Aumentan la autoconfianza: las actividades extremas suelen obligarnos a superar desafíos físicos. Una vez superados, estos desafíos se convierten en objetivos logrados y metas alcanzadas. En este momento el nivel de autoconfianza aumenta de nivel, lo que tiene un impacto positivo en otros aspectos de la vida diaria. Eso sí, hay que tener en cuenta que la autoconfianza es un proceso.
- Aumentan la capacidad de concentración: hasta ahora hemos hablado de los límites físicos pero, ¿qué ocurre con los límites mentales? Los deportes extremos también nos hacen enfrentarnos a grandes retos con la mente. Para no perder la calma en determinadas situaciones, lo mejor es mantener la concentración y evitar así que la cabeza nos juegue malas pasadas.
- Son un motivo para salir de la rutina: no nos engañemos, la rutina puede llegar a ser una tortura para muchas personas. Salir de ella es mucho más fácil de lo que creemos: un trekking de un par de días, una actividad fuera de lo común con los amigos o un salto en paracaídas; tú eliges. Una actividad extrema puede marcar un antes y un después en tu existencia, ¿no crees?
- Ayudan a liberar endorfinas: es bien sabido que el deporte nos ayuda a liberar endorfinas y a eliminar tensiones, de modo que nos hace sentir más felices y relajados. Con los deportes de riesgo la liberación de endorfinas se multiplica por mil. Esto hace que crezca la sensación de adrenalina, motivo por el cual muchos deportistas de aventura están totalmente enganchados.
- Mejoran el estado físico de las personas: el deporte es sinónimo de salud, no es necesario que te expliquemos mucho más. Los deportes extremos son una buena excusa para mantenerse en buena forma y, sin duda, son mucho más entretenidos que una rutina cualquiera entre las paredes de un gimnasio. Si quieres quemar calorías, no hay nada mejor que un deporte de aventura.
Ahora que ya conoces algunos datos más sobre los deportes considerados de riesgo, ¿te atreves a descubrir cuáles son los deportes de riesgo más duros del mundo? Sigue leyendo este post y no te pierdas detalle. ¡Es increíble lo que el ser humano puede conseguir!
Los deportes más extremos del mundo
1. Paracaidismo
¿Imaginas lanzarte desde lo alto de la atmósfera y poder recorrer metros y metros en caída libre pero suavizar la caída y sobrevivir? El paracaidismo es ese deporte en que se utiliza un paracaídas para poder saltar desde un avión, avioneta o helicóptero y suavizar la caída.
En el paracaidismo deportivo, los paracaidistas planean durante la caída libre y antes de abrir su paracaídas; de modo que disfrutan perfectamente de las dos fases de esta actividad: el descenso libre y el vuelo con paracaídas. Algunos de ellos son incluso expertos en acrobacias y tienen tanta experiencia que hacen del cielo su segundo hogar.
2. Bungee Jumping
Muy similar al Puenting, el Bungee Jumping es uno de los deportes extremos más peligrosos del mundo. Consiste en realizar un salto al vacío desde una altura considerable. Lo que lo diferencia del puenting es que durante la caída se producen oscilaciones perpendiculares al suelo, provocadas por el retroceso de la goma elástica.
En este sentido, el salto al vacío se realiza desde una plataforma o grúa (no desde un puente), a la que se está atado gracias a una cuerda elástica que sujeta los tobillos de la persona.
¿Sabías que este deporte nació de un rito indígena en las Antípodas? Esta es sin duda una de las actividades más extremas del mundo y no es apta para cualquiera.
3. Salto Base o Wingsuit Flying
Winglfly o wingsuit flying es el nombre que recibe uno de los deportes de riesgos más peligrosos del mundo. El Wingsuit es un traje con alas que se utiliza para planear, y funciona de forma parecida a un paracaídas. La gran diferencia es que aquí el salto al vacío se realiza con el traje puesto, y en este radica toda la importancia.
Este traje aéreo permite sobrevolar paisajes increíbles como si de un pájaro se tratara, aunque esta actividad no puede realizarla cualquiera. El objetivo del traje es disminuir el desplazamiento vertical provocado por la fuerza de la gravedad, y favorecer el movimiento horizontal. De hecho, este es el sistema por el que se rigen las alas de las aves, o las alas de un avión, entre otros. Esta actividad supone una dosis de adrenalina increíble para quienes la practican. ¿Te atreverías a saltar?
4. Escalada sin cuerda
Una auténtica locura. Ya lo retrató el documental Free Solo (2018). Esta es sin duda una de las prácticas deportivas más extremas que se pueden realizar en la montaña, hasta el punto en que es totalmente incomprensible cómo alguien puede arriesgar su vida de este modo. La escalada sin cuerda no es mucho más que lo que su nombre indica. Como sabes, en la escalada en roca “tradicional”, los escaladores van como mínimo en grupos de dos, pues alguien actúa como asegurador para garantizar que la cuerda que sujeta al escalador que va en primera posición hará su trabajo.
En la escalada sin cuerda no hay segundo escalador, y tampoco cuerda, pues esta no tendría sentido si no hubiera nadie que la sujetase. Lo que sí es cierto es que quienes eligen escalar de esta forma probablemente conocen las vías porque anteriormente las han realizado a través del método tradicional. Aun así, ¿no te parece una locura?
5. Parkour
Seguramente has visto vídeos de personas que saltan muros y realizan acrobacias en barandillas y paredes. Pero ¿qué pasa cuando estos saltos se realizan en edificios de metros y metros de altura? El parkour es una disciplina puramente física basada en la capacidad motriz de quienes la practican. Se suele desarrollar en el medio natural o en ciudades con edificios, muros y paredes que permitan superar obstáculos.
6. Parapente
El parapente es en realidad una modalidad de paracaidismo deportivo, que consiste en lanzarse corriendo desde un acantilado con un paracaídas ya desplegado. Este artilugio permite efectuar un descenso controlado, aprovechando las corrientes de aire para sobrevolar paisajes increíbles. Realmente, un parapente no es más que una aeronave ligera que funciona sin motor, es decir que solo depende de sus cuerdas y su tela.
Lo mejor del parapente, como el paracaidismo, es que puede practicarse sin tener experiencia gracias a los instructores que se dedican a este tipo de actividades de aventura. ¿Te animas a probar este deporte de riesgo? ¡La adrenalina está asegurada!
7. Alpinismo
El alpinismo, también conocido como montañismo, tiene el objetivo principal de alcanzar la cima de una determinada montaña. A simple vista puede parecer una actividad común que no implica mucho riesgo, pero todo se complica cuando entran en juego factores como la nieve, el hielo o la escalada. De hecho, muchos de los retos de alpinismo más significativos de la historia han hecho que muchas personas pierdan la vida en las montañas.
Conocer la montaña y contar con una buena preparación física, además de saber escalar y disponer de un buen equipo es fundamental para poder practicar alpinismo. Esta disciplina deportiva puede pasar desapercibida, pero es realmente una de las actividades más extremas y más practicadas del mundo.
8. Rápel
El rápel es un sistema de descenso por superficies verticales (naturales o artificiales) mediante el uso de cuerdas técnicas. De hecho, el rápel puede ser necesario en otras prácticas deportivas como el alpinismo o la escalada deportiva, pero hay quienes prefieren practicarlo únicamente. Para poder hacer rápel, suelen elegirse montañas o acantilados que serían totalmente imposibles de descender de cualquier otro modo. Es imprescindible conocer la técnica, pero el rápel puede practicarse de forma autónoma, sin necesidad de que otra persona nos asegure.
9. Heli-ski
Si esquiar fuera de pista ya es un deporte de riesgo, imagina hacerlo en lugares recónditos a los que hay que llegar en helicóptero. Sí, lo has leído bien. El Heli-Ski consiste en una modalidad del esquí en la que los esquiadores se lanzan desde un helicóptero para poder acceder a las cimas más lejanas y descender por montañas empinadas a las que no se podría llegar de otro modo.
De hecho, esta es una de las actividades más arriesgadas de la montaña y exige una preparación física óptima, además de un buen conocimiento de la técnica. Comprobar el riesgo de aludes es fundamental para sobrevivir.
10. Buceo en cavernas
El buceo en cuevas o cavernas, también conocido como espeleobuceo, se desarrolla en un entorno natural complicado y a mucha profundidad. El buceo ya es una actividad compleja en lo que respecta al material utilizado y la técnica de respiración y compensación que se debe conocer. Por su parte, el buceo en cuevas marinas exige un conocimiento extremo de este deporte y una fuerza mental increíble.
11. Motocross
El motocross es un deporte de riesgo, una disciplina del motociclismo que se desarrolla en circuitos sin pavimentar que incluyen saltos, obstáculos, giros y trucos. Todo esto, mientras los participantes luchan por llegar en primera posición a la meta. Quienes practican este deporte aseguran que la descarga de adrenalina es muy significativa, aunque existe un gran riesgo de sufrir accidentes. Las condiciones físicas y el entrenamiento son cruciales para poder participar en carreras de motocross y salir ilesos.
Ahora que ya conoces los deportes de riesgo más extremos del mundo, quizás te estés planteando probar con alguno de ellos.
Ten en cuenta que el riesgo es un componente de peso en todas estas actividades extremas, de modo que un seguro deportivo puede ser clave para practicarlas con total tranquilidad. Si necesitas más información para contratar un seguro de deportes extremos, no dudes en contactarnos.