Si estás montando una startup, probablemente estés centrado en el producto, el equipo y la financiación.
Pero hay un aspecto fundamental que muchas veces pasa desapercibido, la protección legal y financiera de tu empresa.
Y aquí es donde entran en juego los seguros.
Contratar un seguro de responsabilidad civil para tu startup no es solo un trámite más, es una forma inteligente de proteger tu negocio, tu patrimonio personal y tu reputación frente a situaciones inesperadas.
Desde errores de programación hasta demandas legales, filtraciones de datos o conflictos laborales, los riesgos están ahí desde el primer día.
Hoy en este artículo vamos qué seguros necesita una startup para comenzar, cuáles son obligatorios según la ley en España, y cuáles deberías considerar si trabajas en sectores tecnológicos o digitales.
Además, aprenderás cómo elegir el seguro más adecuado según la etapa de crecimiento de tu empresa.
Contenidos del post
¿Por qué una startup necesita seguros?
Emprender con una startup implica asumir riesgos constantes, desde errores técnicos hasta demandas legales inesperadas.
Por eso, los seguros te ofrecen una red de protección que salvaguarda tu negocio, tu reputación y tu patrimonio personal desde el primer día.
¿Qué riesgos corren las startups sin seguro?
Lanzar una startup implica riesgo. Pero hay una diferencia enorme entre arriesgar de forma controlada y exponerte a perderlo todo por no tener la protección adecuada.
Aquí te dejamos un listado de los principales riesgos que puede enfrentar tu startup si no cuentas con un seguro:
- Demandas por errores profesionales o asesoramiento incorrecto.
- Pérdidas económicas por bugs o fallos técnicos en el producto o servicio.
- Ciberataques que expongan datos sensibles de clientes o empleados.
- Problemas legales con socios, empleados o terceros.
- Multas o sanciones administrativas por incumplir normativas.
- Daños materiales a terceros durante tu actividad.
- Robo o pérdida de equipos tecnológicos esenciales para la operación.
- Conflictos por propiedad intelectual o uso indebido de contenidos.
Ahora piensa, ¿tienes un colchón financiero para afrontar alguno de estos escenarios?
Probablemente no, por lo que ahí es donde entra en juego contratar un seguro de responsabilidad civil para tu empresa.
Este tipo de seguro te protege si un cliente, proveedor o tercero sufre daños a consecuencia directa o indirecta de tu actividad profesional.
Por ejemplo, si eres una startup que desarrolla software y un fallo en tu plataforma provoca pérdidas económicas a tus usuarios, podrías enfrentar una demanda.
Sin seguro, tú asumes los costes.
Además, si por ejemplo utilizas coches eléctricos para desplazamientos comerciales, logística o actividades operativas, también estás obligado a asegurar estos vehículos con las coberturas mínimas y, en muchos casos, ampliadas para proteger frente a robos, daños propios y responsabilidad civil.
Los seguros actúan como un escudo que te permite centrarte en hacer crecer tu negocio, sabiendo que ante cualquier incidente grave, no lo perderás todo.
Seguros obligatorios para startups en España
En España, algunas pólizas son obligatorias desde el inicio según tu actividad y forma jurídica.
No cumplir con estos seguros puede derivar en sanciones, multas e incluso el cierre de tu startup.
¿Cuáles son los seguros exigidos por ley y qué pasa si no los contratas?
En España, dependiendo del tipo de actividad y la forma jurídica de tu startup, existen ciertos seguros que son obligatorios. Estos son los principales:
Estos son los principales:
- Seguro de accidentes para autónomos y trabajadores. Si eres autónomo y tienes trabajadores contratados, estás obligado a tener un seguro de accidentes laborales que cubra cualquier incidente que ocurra durante la jornada o por causa del trabajo.
- Seguro de responsabilidad civil profesional. Este seguro es obligatorio para determinadas profesiones reguladas, como consultores legales, sanitarios, arquitectos o ingenieros. En startups que ofrezcan este tipo de servicios, es obligatorio.
- Seguro de vehículos. Si tu startup utiliza coches eléctricos u otros vehículos para fines comerciales o de reparto, necesitas el seguro obligatorio de circulación, como cualquier empresa que posea flota.
- Seguro de convenio colectivo. Algunos sectores exigen la contratación de seguros que cubran los riesgos específicos marcados por el convenio colectivo aplicable a los empleados.
No contratar estos seguros puede salirte caro. Las sanciones van desde multas económicas, la inhabilitación para ejercer ciertas actividades, o incluso responsabilidad penal si hay un accidente grave y no tenías cobertura adecuada.
Además, perderás confianza de inversores, clientes y partners.
Aunque muchas startups minimizan costes al principio, saltarse estos seguros puede suponer el cierre del negocio si ocurre cualquier imprevisto.
Seguros recomendados para startups tecnológicas
Aunque algunos seguros no son obligatorios por ley, son altamente recomendables si quieres proteger realmente tu negocio. Esto es especialmente importante en startups tecnológicas, donde los errores no solo cuestan dinero, sino reputación.
1.- Seguro de responsabilidad civil profesional
Este seguro cubre los daños económicos que un cliente pueda sufrir debido a errores, omisiones o negligencias en la prestación de tus servicios.
Por ejemplo, si tu startup ofrece una plataforma de pago online y, debido a un fallo en el código, las transacciones no se procesan correctamente durante varios días, podrías enfrentarte a reclamaciones de usuarios afectados. Este seguro cubre los costes derivados de esas reclamaciones.
También aplica si das servicios de consultoría, desarrollo web, marketing digital o soporte técnico. Básicamente, protege tu startup si cometes un error que le cuesta dinero a un cliente.
2.- Seguro D&O (Administradores y Directivos)
El seguro D&O (Directors and Officers) protege personalmente a los fundadores, socios y directivos de la empresa frente a reclamaciones legales por decisiones tomadas durante la gestión del negocio.
Por ejemplo:
- Un inversor te demanda por no haberle informado de ciertos riesgos.
- Un socio minoritario te acusa de mala gestión.
- Hay errores fiscales o administrativos que terminan en inspección.
Este seguro cubre los costes legales y posibles indemnizaciones, sin que tengas que responder con tu patrimonio personal.
Cada vez más fondos de inversión exigen que los directivos tengan esta cobertura antes de cerrar una ronda.
3.- Seguro cibernético
Las startups digitales trabajan con datos sensibles, tecnología, aplicaciones en la nube y usuarios que interactúan desde múltiples dispositivos.
Todo esto te expone a ciberataques, pérdida de información y posibles demandas.
Este seguro cubre:
- Costes de recuperación tras un ataque informático.
- Sanciones por violación de la LOPD o el RGPD.
- Reclamaciones por filtración de datos.
- Servicios legales y de comunicación en caso de crisis.
4.- Interrupción del negocio.
Incluso una startup pequeña puede ser víctima de un ransomware. Este tipo de seguro garantiza que, ante un ataque, podrás seguir operando sin que el impacto financiero sea letal.
¿Cómo elegir el mejor seguro para tu startup?
Con tantas opciones disponibles, es normal que te preguntes, ¿por dónde empiezo?
Aquí tienes una guía práctica para seleccionar el seguro ideal para tu startup:
1.- Evalúa tu fase de desarrollo
- Si estás en fase de validación, prioriza el seguro de responsabilidad civil profesional.
- Si ya tienes equipo, añade los seguros laborales y de convenio colectivo.
- Si tienes inversores o un consejo directivo, incluye el seguro D&O.
2.- Analiza tus riesgos específicos
- ¿Tu producto es un software crítico para empresas?
- ¿Manejas datos personales de clientes?
- ¿Tu actividad implica trabajo físico o uso de vehículos?
En base a eso, elige coberturas específicas que respondan a esos riesgos reales.
3.- Compara pólizas y busca asesoramiento
Existen brokers y aseguradoras especializadas en startups que ofrecen paquetes personalizables y precios ajustados.
Compara siempre coberturas, exclusiones y franquicias. A veces, lo barato sale caro.
4.- Considera el seguro como inversión, no gasto
Un seguro te permite crecer sin miedo. No es un coste innecesario, es una herramienta de supervivencia y escalado. Además, muchas pólizas son deducibles fiscalmente.
5.- Piensa a futuro
A medida que escales, revisa y amplía tus coberturas. Nuevos mercados, más empleados, rondas de inversión…
Todo eso cambia tus riesgos y exige protección adicional.