¿Qué son los perjuicios patrimoniales puros y cómo evitarlos para proteger el patrimonio de tu empresa?

En el ámbito empresarial, los riesgos financieros no siempre provienen de daños materiales, sino que en muchas ocasiones son los daños patrimoniales puros los que pueden tener un impacto significativo en la estabilidad económica de la entidad.

¿Pero sabes qué son los perjuicios patrimoniales puros y cómo estar protegido ante ellos?

A lo largo del post hablaremos en detalle sobre este punto, pero antes de nada debes saber que este tipo de daños pueden afectar gravemente a la operativa y la viabilidad de la empresa, por lo que resulta esencial implementar las medidas preventivas adecuadas.

De todas ellas, la más importante es suscribir un seguro de responsabilidad civil profesional que contemple estos daños dentro de sus coberturas.

Y es que estos perjuicios no son nada fáciles de anticipar, por lo que si no se cuenta con la protección adecuada pueden suponer pérdidas económicas muy cuantiosas.

Por ello, en este artículo te contamos qué son los daños patrimoniales puros, con ejemplos para que quede más claro.

También hablaremos sobre cómo estar bien protegido frente a ellos y detallaremos en qué sectores es obligatorio contar con un seguro que los cubra.

¿Qué son los daños patrimoniales primarios o puros?

Comencemos por entender qué significa daños patrimoniales puros o primarios: son aquellos perjuicios económicos directos sufridos por una persona o empresa que no son consecuencia de un daño material o personal.

Es decir, se trata de pérdidas puramente económicas que no dependen de un deterioro material ni de una lesión personal.

Este tipo de daños se deben a errores o negligencias profesionales que generan una pérdida económica. Dicha pérdida no está, por tanto, ligada a un daño físico, pero sí a una actuación negligente.

Para que los daños financieros puros sean indemnizables, deben cumplir ciertos requisitos, principalmente ser ciertos, cuantificables y estar directamente vinculados a la conducta del responsable.

Además, debe existir una relación causal clara entre el hecho y la pérdida sufrida.

¿Cuál es la diferencia entre daños financieros puros y daños económicos derivados?

Una vez aclarada la definición de perjuicios patrimoniales puros, vamos a diferenciarlos de los daños económicos derivados para entenderlos mejor:

  • Los perjuicios patrimoniales puros o primarios se producen sin que exista un daño físico previo a una persona o a un bien. Por tanto, son independientes de cualquier daño material o personal, dado que se originan debido a errores profesionales o actuaciones negligentes que causan directamente una pérdida económica.
  • En cambio, los daños económicos derivados son pérdidas que se producen como resultado de un daño personal o material previo. Es decir, primero ocurre el daño físico y a partir de ahí se genera un perjuicio económico, como gastos médicos o lucro cesante.

Por tanto, lo que los distingue es que los daños puros son independientes, mientras que los derivados dependen de otro daño principal.

Ejemplos de daños patrimoniales primarios

A continuación, vamos a ver algunos ejemplos de responsabilidad por daños patrimoniales primarios en diferentes sectores profesionales:

  • Construcción: un fallo en los cálculos técnicos del proyecto obliga a rehacer parte del trabajo, generando gastos adicionales aunque no se hayan producido daños materiales.
  • Abogados: el profesional presenta una demanda fuera de plazo y, como consecuencia, su cliente pierde el derecho a reclamar una indemnización.
  • Sanitarios: un error en la elaboración de un informe médico impide al paciente acceder a una prestación económica, aunque no haya sufrido daños en su salud.
  • Contables: un contable declara de forma incorrecta los impuestos de una empresa, provocando que Hacienda le imponga una sanción económica a la entidad.
  • Asesores financieros: el especialista recomienda a su cliente una inversión inadecuada y le ocasiona una pérdida económica directa.

¿Cómo protegerse frente a las reclamaciones por daños patrimoniales puros?

Ahora que ya tienes claro qué son los perjuicios patrimoniales primarios, vamos a ver cómo estar cubierto ante ellos.

Aunque es importante implementar medidas de seguridad y protocolos de control para evitar que los profesionales puedan cometer errores que deriven en perjuicios económicos puros, la principal forma de protección frente a ellos es la contratación de un seguro de responsabilidad civil profesional.

Dicha póliza está diseñada específicamente para cubrir las reclamaciones de terceros debido a perjuicios económicos causados por errores, omisiones o negligencias en el ejercicio de una actividad profesional, incluso cuando no exista ningún daño físico.

En el caso de las pérdidas patrimoniales puras, el seguro de RC profesional es especialmente importante, ya que estos daños no siempre están cubiertos por los seguros de responsabilidad civil general.

De hecho, muchas pólizas básicas excluyen las pérdidas puramente económicas, por lo que es fundamental escoger un seguro que cuente con esta cobertura.

Así, las pólizas de responsabilidad civil por daños patrimoniales primarios suelen cubrir:

  • Errores profesionales que generen pérdidas económicas directas.
  • Defensa jurídica en caso de reclamaciones o litigios.
  • Indemnización a terceros hasta el límite asegurado.
  • Algunas coberturas opcionales según el caso.

Además, cada sector profesional tiene riesgos distintos, por lo que conviene elegir una póliza ajustada a la actividad concreta.

Como veremos más adelante, en algunas profesiones este seguro no solo es recomendable, sino que es obligatorio por ley o por requisitos de los colegios profesionales.

Exclusiones del seguro de responsabilidad civil para perjuicios patrimoniales puros

Aunque este seguro cubre la responsabilidad por los daños patrimoniales primarios, existen exclusiones habituales que es importante conocer.

Dichas exclusiones determinan en qué casos la aseguradora no asumirá el coste de una reclamación y pueden ser, entre otras:

  • Actos intencionados: no se cubren los daños causados de forma deliberada o con mala fe por parte del asegurado.
  • Infracciones legales graves: las sanciones administrativas, multas o delitos no suelen estar cubiertos.
  • Reclamaciones anteriores a la contratación: no se indemnizan daños causados antes de la fecha de inicio de la póliza, a menos que se haya contratado una cláusula de retroactividad.
  • Falta de cualificación profesional: si el trabajador ejerce sin estar legalmente autorizado, la aseguradora puede rechazar la cobertura.
  • Responsabilidades contractuales asumidas voluntariamente: en caso de que el profesional asuma por contrato más responsabilidad de la exigida por ley, es posible que la póliza no cubra estas obligaciones adicionales.

Como puedes ver, resulta imprescindible leer con atención las condiciones particulares de la póliza y, en caso de dudas, solicitar asesoramiento especializado para asegurarse de que las coberturas se ajustan a las necesidades concretas del sector profesional.

¿En qué sectores es obligatorio contar con un seguro para los perjuicios patrimoniales primarios?

En España, la cobertura de perjuicios patrimoniales puros no es obligatoria de forma independiente, sino que lo que se exige es contratar un seguro de responsabilidad civil en el que se incluya dicha garantía.

Algunos sectores en los que es obligatorio contratar este tipo de póliza son:

  • Agencias de viajes: estas entidades tienen que contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra las reclamaciones debidas a errores en la organización de viajes y actividades turísticas. De hecho, es uno de los requisitos imprescindibles para montar una agencia de viajes online o física.
  • Construcción: los promotores, arquitectos e ingenieros tienen la obligación de contratar un seguro de responsabilidad civil para cubrir los perjuicios económicos derivados de fallos en el diseño, cálculo o ejecución de los proyectos. En este caso, el seguro RC es siempre obligatorio pero la inclusión de la responsabilidad civil profesional depende de la comunidad autónoma.
  • Sanitarios: los profesionales de la salud que desarrollen su trabajo en el sector privado deben tener un seguro de RC por daños patrimoniales primarios que cubra las pérdidas derivadas de errores u omisiones.
  • Ámbito legal: abogados, procuradores, notarios y otros profesionales del derecho también tienen la obligación de suscribir este tipo de seguro.
  • Actividades recreativas y espectáculos: los organizadores de eventos también tienen que contratar un seguro de responsabilidad civil profesional para cubrir los posibles daños económicos ocasionados a los participantes.
  • Sector financiero: en el que se enmarcan profesionales como corredores de seguros, asesores financieros o gestores de inversiones, entre otros.

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